El estudio de la profesora de psicología de la Universidad de Colorado, June Gruber, pone de manifiesto que las enfermedades mentales, a pesar de su carga negativa, pueden estar vinculadas a habilidades extraordinarias. La investigación sugiere que ciertos síntomas asociados a trastornos psicológicos pueden conllevar atributos positivos, lo que podría ayudar a reducir el estigma y mejorar la atención a los pacientes.
Gruber, quien dirige el Laboratorio de Emoción Positiva y Psicopatología, ha colaborado con otros investigadores de la Universidad de Cornell para analizar numerosas investigaciones que abarcan varias décadas. Su trabajo, publicado en la revista Current Directions in Psychological Science, destaca que las personas con trastornos como la esquizofrenia leve, hipomanía y trastorno bipolar suelen mostrar puntuaciones más altas en creatividad y tienden a gravitar hacia profesiones que requieren un enfoque creativo.
Las fortalezas ocultas de la salud mental
«La narrativa predominante en psicología clínica se centra en la salud mental desde una perspectiva de enfermedad, lo que nos lleva a diagnosticar lo que está mal y a intentar solucionarlo», afirma Gruber. Este enfoque, según la investigadora, no toma en cuenta que muchas personas que enfrentan desafíos de salud mental también pueden crecer y desarrollar fortalezas únicas.
Un hallazgo significativo del estudio indica que las personas con antecedentes de depresión suelen mostrar mayor disposición a cooperar. Un análisis realizado con casi 2 000 estudiantes universitarios reveló que, aunque quienes se encuentran en el espectro bipolar reportan mayor conflicto social, también disfrutan de redes sociales más amplias y de un mayor apoyo social.
Asimismo, otro estudio del laboratorio de Gruber mostró que los adultos jóvenes con riesgo de manía tienden a percibir incluso situaciones negativas de manera excesivamente positiva, lo que les permite detectar cambios emocionales en los demás. «Nuestros hallazgos muestran que, además de los desafíos sociales bien documentados que acompañan a los trastornos del estado de ánimo, también pueden existir fortalezas sociales significativas», aseguró Gruber.
Un nuevo enfoque hacia la enfermedad mental
En el artículo titulado Silver Linings, los autores subrayan que muchas personas en remisión de una enfermedad mental recuerdan sus luchas como catalizadores de resiliencia y autoconciencia. Un estudio de 2019, dirigido por el profesor de psicología de Cornell, Jonathan Rottenberg, reveló que, diez años después de ser diagnosticados con depresión clínica, el 10% de los participantes se encontraban «prosperando», es decir, gozando de un bienestar psicológico superior al de una cuarta parte de los adultos sin depresión.
Gruber y Rottenberg aclaran que su intención no es presentar una visión optimista que minimice el sufrimiento real de las personas con enfermedades mentales. Sin embargo, sí buscan ofrecer una perspectiva esperanzadora basada en datos que demuestren que es posible alcanzar resultados positivos. Ambos investigadores destacan que su artículo no pretende ser un llamamiento a abandonar la medicación ni la psicoterapia, ya que estas son fundamentales y pueden salvar vidas.
En cambio, sugieren un enfoque más holístico que contemple tanto los desafíos como las oportunidades que presentan los trastornos mentales. Gruber subraya que al reconocer los aspectos positivos, es posible reducir el estigma asociado y desarrollar planes de tratamiento que preserven los rasgos únicos que las personas valoran de sí mismas, mitigando a la vez los elementos dañinos de su enfermedad. «Si tienes una comprensión más holística de una persona, puedes hacer más para apoyarla», concluye Gruber.
