Este mes de julio, la luna mostrará su esplendor en diversas fases, culminando en la luna llena del 3 de julio, conocida como la luna del ciervo. Este fenómeno astronómico se produce cuando el único satélite natural de la Tierra completa su ciclo de aproximadamente 29 días y medio, abarcando las fases de luna nueva, cuarto creciente, luna llena y cuarto menguante.
La luna llena ocurre cuando la Tierra se sitúa entre el sol y la luna, permitiendo que este refleje la luz solar en su totalidad. Precediendo a esta fase, el cuarto creciente se caracteriza por la parte derecha iluminada en el hemisferio norte, adoptando la forma de una ‘D’. En cambio, al finalizar la luna llena, la luna entra en la etapa de cuarto menguante, mostrando la parte izquierda iluminada y asemejando una ‘C’. Esta peculiaridad da lugar a la idea de que la luna es engañosa, ya que al crecer parece ‘decrecer’ y viceversa.
Fases lunares de julio y su significado
La luna nueva, también conocida como novilunio, se produce cuando la luna se encuentra exactamente entre la Tierra y el sol, resultando en un hemisferio iluminado que no es visible desde nuestro planeta. Según el Instituto Geográfico Nacional, este mes presentará varias fases lunares, que culminarán nuevamente en la luna llena del 9 de agosto, denominada luna del esturión.
Julio es significativo porque marca la primera luna llena del verano, que comenzó el 21 de junio. La anterior luna llena, que se produjo a mediados de junio, fue conocida como luna de miel o luna de fresa. En total, en 202512 lunas llenas, de las cuales tres serán superlunas: octubre, noviembre y diciembre, según destaca el medio especializado EarthSky.
La superluna: un fenómeno fascinante
El término «superluna», acuñado en 1979, se refiere a una luna llena de perigeo, es decir, aquella que ocurre cuando la luna está en su punto más cercano a la Tierra. Este fenómeno provoca que la luna se vea ligeramente más brillante y más grande que una luna llena normal. A simple vista, esta diferencia es difícil de detectar, pero una superluna llena puede parecer hasta un 7% más grande y un 16% más brillante en comparación con una luna llena promedio. En contraste, es un 14% más grande y un 30% más brillante que cuando la luna se encuentra en su apogeo, o lo que es lo mismo, en su punto más alejado de nuestro planeta.
Las fechas de las lunas llenas restantes en 2025 prometen ser espectaculares, y los aficionados a la astronomía ya están preparándose para observar estos eventos celestiales. Conocer las fases lunares no solo es fascinante, sino que también nos conecta con los ciclos naturales de nuestro entorno.
