El 16 de octubre se celebra el Día Mundial del Pan, una jornada que nos invita a reflexionar sobre la importancia de este alimento en nuestra dieta. Aunque el pan ha sido un elemento fundamental en la alimentación humana durante siglos, es esencial centrarse en las opciones más saludables, como el pan integral, que ofrece beneficios nutricionales significativos en comparación con su versión blanca.
Beneficios del pan integral
El pan integral se elabora a partir de harina que contiene el grano completo del cereal, es decir, endospermo, salvado y germen. Esta composición le otorga una calidad nutricional superior, ya que, según la Asociación Dietética Británica (BDA), los cereales integrales contienen un 75% más de nutrientes que los refinados. Entre estos nutrientes se encuentran la fibra, vitaminas del grupo B, ácido fólico, ácidos grasos esenciales, proteínas y antioxidantes como la vitamina E.
El consumo habitual de pan integral puede contribuir a la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y diabetes tipo 2. Además, su alto contenido en fibra favorece la salud digestiva al alimentar las bacterias beneficiosas del intestino. Como apunta el dietista-nutricionista Juan Revenga, «los cereales integrales pueden ayudar a mantener un peso corporal saludable a lo largo del tiempo como parte de una dieta y un estilo de vida saludables».
Otro aspecto a destacar es que el pan integral generalmente tiene un índice glucémico bajo, lo que significa que libera carbohidratos lentamente en el torrente sanguíneo. Esto ayuda a mantener la sensación de saciedad durante más tiempo, lo que puede ser beneficioso para controlar el apetito y evitar picoteos innecesarios.
Diferenciando el pan integral del pan blanco
Desde 2019, la regulación de la etiqueta de productos de pan ha cambiado con la implementación del Real Decreto 308/2019. Esta normativa establece que solo se puede utilizar la alegación «pan integral» si el producto está elaborado exclusivamente con harina integral o de grano entero. Si se utilizan otros tipos de harina, debe especificarse mediante el etiquetado correspondiente, indicando el porcentaje de harina integral en la mezcla.
Esta regulación ha simplificado la tarea de los consumidores, que ahora pueden identificar fácilmente los panes integrales sin confusiones sobre los porcentajes de ingredientes. Según Gemma del Cañon, especialista en calidad y seguridad de la industria alimentaria, «la ley del pan integral es para el pan, como su nombre indica, y no aplica a galletas y pasta».
La celebración del Día Mundial de la Alimentación, el 16 de octubre, pone de relieve la importancia de una alimentación saludable y accesible para todos. Actualmente, más de 3.000 millones de personas, casi el 40% de la población mundial, no pueden permitirse una dieta saludable, y aproximadamente 2.000 millones padecen sobrepeso u obesidad debido a una mala alimentación y un estilo de vida sedentario, según la FAO.
Es fundamental que, como consumidores, tomemos decisiones informadas sobre los alimentos que incluimos en nuestra dieta, priorizando opciones saludables como el pan integral. Desde Maldita Alimentación, invitamos a nuestros lectores a plantear dudas y aprender más sobre la importancia de consumir alimentos de temporada y cómo elegir entre diferentes opciones alimentarias.