domingo, octubre 26, 2025

La crisis climática eleva el riesgo de incendios forestales en Europa

El cambio climático multiplica el riesgo y la intensidad de los incendios forestales en Europa y España.
por 14 agosto, 2025
Lectura de 3 min

Los incendios forestales están en aumento, especialmente durante las olas de calor que se vuelven más frecuentes en el contexto del calentamiento global. Según el Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), aunque estos incendios pueden tener causas naturales o humanas, la crisis climática incrementa el riesgo y la cantidad de grandes fuegos. En Europa, las condiciones de riesgo han aumentado desde 1980, especialmente en el centro, oeste y sur del continente.

La proyección a corto plazo para la región mediterránea, que incluye la península ibérica, muestra un aumento en la probabilidad de incendios forestales. El IPCC estima que las zonas propensas a incendios se expandirán por toda Europa, lo que amenaza tanto la biodiversidad como los sumideros de carbono que ejercen un papel fundamental en la mitigación del cambio climático. Se prevé que en un escenario de calentamiento de 2,5 ºC respecto a la era preindustrial, los incendios provocados por el calor aumenten un 14% en el sur de Europa.

Este aumento no solo se reflejará en el número de incendios, sino también en la superficie quemada. Con un incremento de tan solo 1,5 ºC, el área calcinada en la Europa mediterránea podría aumentar un 50%. Fuera del continente, regiones como Siberia se encuentran en riesgo crítico por el aumento de incendios, y los bosques tropicales también enfrentarán fuegos más frecuentes, según el informe del IPCC.

Medidas de prevención y retos actuales

A pesar del creciente riesgo de incendios, el área quemada ha disminuido ligeramente desde 1980 en el sur de Europa, a excepción de Portugal. Esto se debe al aumento en los recursos destinados a la extinción de incendios, según Víctor Resco de Dios, profesor de Ingeniería Forestal en la Universitat de Lleida. Sin embargo, el área quemada no es un indicador fiable de la gravedad del problema, ya que la gestión de incendios a través de su supresión ha llevado a una acumulación de combustible que podría resultar en incendios de grandes dimensiones.

La ingeniera de montes Sonia Roig subraya que, aunque los humanos son eficientes en la extinción de incendios, la acumulación de biomasa puede ser peligrosa. El IPCC propone una combinación de mitigación del riesgo mediante la prevención y la gestión de combustibles, incluyendo la quema controlada. El pastoreo de ganado en bosques es una de las estrategias recomendadas para prevenir y reducir incendios.

Factores que agravan la crisis

La creciente intensidad de los incendios es motivo de preocupación. Ferran Dalmau-Rovira, ingeniero forestal y director de la consultora ambiental Medi XXI GSA, indica que aunque la tendencia general muestra menos incendios, los grandes fuegos, aquellos que superan las 500 hectáreas, se están volviendo más intensos. Esto es indicativo de un cambio en la dinámica de los incendios, donde los medios tradicionales de extinción ya no son suficientes.

El calentamiento global favorece los incendios de varias maneras. Las olas de calor y las sequías reducen la humedad del combustible, lo que aumenta el riesgo de incendios. Juli Pausas, investigador del CSIC, explica que las sequías alargan la temporada de incendios y dificultan su extinción. Además, el abandono del campo y la despoblación agravan la situación, dejando los bosques más vulnerables a los incendios.

Las malas prácticas de urbanismo también contribuyen al problema. La construcción cercana a zonas forestales incrementa el riesgo, ya que facilita la propagación del fuego. La falta de una planificación adecuada puede resultar en tragedias, como la ocurrida en Mati, Grecia, en 2018, donde un incendio dejó 102 muertos.

Los incendios forestales no solo generan daños ecológicos, sino que afectan la salud pública. Según Resco de Dios, han causado más muertes en la Unión Europea que actos terroristas entre 2006 y 2019, incrementando problemas respiratorios y hospitalizaciones, sobre todo en neonatos y pacientes asmáticos. El IPCC advierte que el aumento de incendios conllevará un incremento de muertes, tanto directas como indirectas, debido a la mala calidad del aire.

Frente a esta problemática, la planificación de la gestión y la reducción del riesgo son fundamentales. Sonia Roig enfatiza que España es una zona muy sensible al cambio climático y que se deben tomar medidas preventivas en el urbanismo y el medio natural. Las inversiones en prevención son cruciales, ya que los costes de restauración son elevados.

El IPCC recomienda que los gobiernos dediquen dos tercios de su gasto a la planificación, prevención y recuperación, y solo un tercio a la extinción de incendios. Actualmente, la respuesta directa a los incendios forestales recibe más de la mitad de los gastos, mientras que la planificación recibe menos del 1%. Aumentar la gestión del territorio y redistribuir la población de manera equitativa son pasos necesarios para enfrentar este desafío.

La crisis climática agrava cada vez más el riesgo de incendios forestales, y es deber de la sociedad y las administraciones tomar conciencia de la magnitud del problema y actuar en consecuencia para mitigar sus efectos.

Redacción

Equipo editorial especializado en actualidad ibérica, economía y política. Información rigurosa y análisis profundo de España y Portugal las 24 horas del día.

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