La organización ecologista Greenpeace ha alertado sobre la alarmante falta de refugios climáticos en Canarias, especialmente en un verano marcado por temperaturas extremas. En su informe titulado «Ciudades al rojo vivo: refugios climáticos y desprotección frente al calor extremo en España», la ONG denuncia que solo 16 de las 52 capitales de provincia y autonómicas en el país cuentan con estos espacios vitales para proteger a la población más vulnerable.
Según el informe, más del 70 % de las capitales carecen de refugios climáticos. En particular, Canarias, así como Extremadura, Castilla-La Mancha, Cantabria, Asturias, Galicia y Baleares, no tienen refugios en sus capitales. La ONG subraya que estos refugios son una de las medidas de adaptación más efectivas para mitigar los efectos del calor extremo, sobre todo en entornos urbanos con escasez de zonas verdes.
Desigualdad en el acceso a refugios climáticos
La estadística revela que Barcelona es la ciudad con más refugios climáticos, alcanzando la cifra de 401, seguida de Bilbao (131), Murcia (94), Málaga (93) y San Sebastián (89). En contraste, Sevilla dispone de solo 5 refugios, Córdoba de 14, Valencia de 20 y Madrid de 31. En términos de ratio de habitantes por refugio, San Sebastián (1/2.100) lidera la lista, mientras que Sevilla presenta la cifra más desproporcionada con 1 refugio para 137.400 habitantes.
Greenpeace señala que la cantidad de refugios y el ratio de habitantes no garantizan su efectividad. La falta de regulación que establezca requisitos mínimos para estos espacios resulta en listados heterogéneos por parte de los ayuntamientos. Por ejemplo, la organización ha detectado que todos los refugios incumplen un requisito básico: los horarios de apertura. En muchos casos, los refugios cierran al mediodía, por las tardes o durante los fines de semana, lo que reduce su utilidad.
Acceso gratuito y adecuación de los espacios
Otro punto crítico es la accesibilidad de los refugios. Greenpeace advierte que no todos los espacios analizados son gratuitos. Algunos, como las piscinas municipales, centros culturales y museos, exigen el pago de entrada, lo que contradice el principio de ofrecer protección accesible a todos. Además, en ciudades como San Sebastián o Vitoria, se incluyen en la red de refugios espacios donde se exige consumir, como cafeterías y centros comerciales.
La adecuación de los espacios también plantea preocupaciones. Muchas ciudades incluyen instalaciones como estaciones de transporte, mercados o polideportivos sin especificar si cuentan con áreas de descanso adecuadas. Además, algunos refugios propuestos son espacios al aire libre, como parques y plazas, que deben ser equipados con sombra, puntos de descanso, fuentes de agua y garantizar la seguridad y accesibilidad.
En este contexto, Greenpeace subraya la importancia de establecer refugios climáticos ante las olas de calor, un fenómeno meteorológico directamente ligado al cambio climático, que está aumentando en duración e intensidad, y que se ha convertido en uno de los principales factores de mortalidad en Europa y España.