La Sociedad Española de Neurología ha estimado que en 2024 habrá aproximadamente 800.000 casos de Alzheimer en España, y cada año se diagnostican más de 40.000 nuevos, lo que lleva a prever que en 20501,2 millones. A nivel mundial, se espera que el número de personas afectadas supere los 130 millones, con una prevalencia notablemente mayor en mujeres, que alcanzan el 8% entre los mayores de 65 años, cifra que se puede duplicar cada cinco años, superando el 40% en los mayores de 85 años.
La enfermedad afecta no solo a los pacientes, que experimentan problemas de memoria, dificultades de expresión, problemas de razonamiento y juicio, sino también a sus cuidadores y familiares, quienes enfrentan un cambio drástico en sus vidas. Actualmente, no existe una cura, pero la comunidad científica continúa investigando activamente.
Investigaciones sobre el litio como tratamiento
Recientemente, un equipo de investigadores de la prestigiosa facultad de Medicina de Harvard y otros centros clínicos en Boston y Chicago ha puesto de relieve las posibilidades terapéuticas del litio. Este metal alcalino ha demostrado su eficacia en tratamientos para la manía y la depresión, actuando como estabilizador del estado de ánimo. En el cerebro, el litio es regulado dinámicamente y contribuye a mantener la salud mental durante el envejecimiento.
Los investigadores han descubierto que el litio es el único metal cuyo nivel está significativamente reducido en el cerebro de individuos con deterioro cognitivo leve, una condición precursora del Alzheimer. Además, se ha observado que el litio se reduce cuando la proteína amiloidea, característica de esta enfermedad, lo secuestra, disminuyendo así su disponibilidad.
Resultados prometedores en modelos animales
En un experimento, los científicos eliminaron el litio de la dieta de ratones, tanto normales como modificados genéticamente para presentar Alzheimer. Al reducir el litio en aproximadamente un 50% en la corteza cerebral de estos ratones, se observó un aumento significativo en los depósitos de la proteína amiloidea y la proteína tau, ambos indicadores de la enfermedad. Esto condujo a una activación proinflamatoria de la microglía cerebral, pérdida de sinapsis, axones y mielina, acelerando así el declive cognitivo.
Más allá de estos efectos, se identificaron cambios en el ARN de múltiples tipos de neuronas en respuesta al déficit de litio, reflejando las alteraciones observadas en los modelos de Alzheimer. Sin embargo, la noticia más alentadora surgió cuando se administró una sal de litio, el litio orotato, a estos ratones. Este tratamiento no solo redujo los niveles de la proteína amiloidea, sino que también impidió los cambios patológicos y las pérdidas de memoria en ambos grupos de ratones.
Estos hallazgos sugieren que la alteración en la regulación del litio en el cerebro podría ser un evento temprano en la génesis del Alzheimer. El estudio, publicado recientemente en Nature Neuroscience, indica que las sales de litio que evitan el secuestro por la proteína amiloidea representan una promesa significativa en la prevención y tratamiento de esta devastadora enfermedad.
La investigación en este campo continúa avanzando, y cada descubrimiento aporta una nueva esperanza para los millones de personas afectadas por el Alzheimer y sus familias.
