martes, diciembre 09, 2025

El insomnio revela un cerebro activo: la clave está en cómo se piensa

Un estudio revela que el insomnio se relaciona con un patrón de pensamiento activo y desajustado.
por 28 noviembre, 2025
Lectura de 2 min

Un reciente estudio ha desvelado por qué muchas personas experimentan dificultades para dormir, revelando que el insomnio está relacionado con un patrón de pensamiento activo y desajustado. Investigadores de Australia y Estados Unidos han analizado cómo el cerebro de las personas con insomnio sigue resolviendo problemas, incluso cuando debería estar iniciando su transición al sueño.

La investigación, publicada en la revista Sleep Medicine, muestra que aquellos que sufren insomnio presentan un ritmo cerebral diferente al de quienes duermen sin problemas. Este hallazgo confirma la existencia de un «cerebro hiperactivo» en los insomnes, lo que se relaciona con un desajuste en los ritmos circadianos de la actividad mental.

Un experimento controlado para comprender el insomnio

Para llevar a cabo este estudio, los investigadores optaron por una metodología innovadora: mantuvieron a los participantes despiertos durante 24 horas en condiciones de laboratorio controladas. Un total de 32 voluntarios, todos mayores de 55 años, fueron divididos en dos grupos; la mitad tenía un historial de insomnio persistente, mientras que la otra mitad no presentaba problemas para dormir.

Durante este período, los participantes no recibieron señales externas sobre el tiempo, lo que les permitió a los investigadores observar sus ritmos internos sin interferencias. Cada hora, completaban una evaluación sobre su actividad mental, analizando si sus pensamientos eran en forma de imágenes o palabras y si tenían control sobre ellos.

Los resultados revelaron que, mientras los buenos dormidores mostraban una disminución en la actividad cognitiva durante la noche, los insomnes mantenían niveles elevados de actividad mental, lo que indica que sus cerebros no estaban preparados para entrar en un estado de reposo.

Patrones de pensamiento y sus implicaciones

Uno de los descubrimientos más significativos del estudio es que las personas con insomnio no solo mantienen un alto nivel de actividad mental por la noche, sino que lo hacen con un patrón distinto. Los insomnes tienden a tener un pensamiento más secuencial, continuando con la organización de ideas como si estuvieran resolviendo tareas, incluso cuando deberían estar desconectando.

El análisis estadístico mostró que esta diferencia no era aleatoria; se identificaron tres alteraciones principales en el ritmo mental de los insomnes. En primer lugar, la variación de sus pensamientos a lo largo del día es menor, lo que significa que no se apagan de forma natural por la noche. En segundo lugar, el pico de actividad mental se retrasa unas seis horas en comparación con personas que duermen bien. Finalmente, presentan un patrón de pensamiento más secuencial y menos repetitivo, lo que indica dificultades para abandonar el pensamiento organizado.

Estos hallazgos refuerzan la teoría de la hiperactivación cognitiva, que sugiere que los insomnes no pueden conciliar el sueño porque sus procesos mentales permanecen activos más allá de lo normal, sin desconectarse de la lógica diurna. Esto implica que la solución al insomnio no radica únicamente en los pensamientos que se tienen, sino también en cómo se estructuran esos pensamientos.

La investigación abre una puerta a nuevas estrategias para tratar el insomnio. Actualmente, muchas terapias se centran en modificar conductas asociadas al sueño, como establecer horarios regulares o evitar las pantallas antes de dormir. Sin embargo, si el problema está vinculado al ritmo interno del pensamiento, será necesario buscar enfoques alternativos que intervengan sobre este sistema.

Los investigadores sugieren que terapias basadas en luz controlada, rutinas diurnas estables o técnicas de mindfulness podrían reforzar la señal de «apagado» cerebral que muchos insomnes no reciben. Estas estrategias pueden ayudar a mejorar la amplitud de los ritmos mentales circadianos, estableciendo una clara distinción entre el día activo y la noche de descanso.

En conclusión, entender que el insomnio puede tener un componente biológico ayuda a aliviar la culpa y ansiedad que muchas personas sienten al no poder dormir. No se trata únicamente de malos hábitos, sino de un reloj interno que puede estar funcionando a destiempo, lo que subraya la importancia de abordar el insomnio desde una perspectiva más integral.

Redacción

Equipo editorial especializado en actualidad ibérica, economía y política. Información rigurosa y análisis profundo de España y Portugal las 24 horas del día.

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