Un estudio reciente ha puesto de relieve los peligros del exceso de tiempo frente a pantallas en la infancia, vinculándolo a una mayor incidencia de problemas emocionales y de conducta, así como a una disminución en la calidad del sueño. Este trabajo, desarrollado por el área de Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBEROBN) y el equipo de Alimentación, Nutrición, Desarrollo y Salud Mental de la Universitat Rovira i Virgili (URV)-IISPV, abarca a niños de entre 3 y 6 años que viven en varias ciudades españolas.
La investigación, publicada el 16 de octubre de 2023 en la revista World Journal of Pediatrics, se realizó dentro del proyecto CORALS y analizó a un total de 1 420 niños y niñas procedentes de siete ciudades: Reus, Barcelona, Córdoba, Zaragoza, Santiago de Compostela y Navarra. Las familias participantes informaron sobre el tiempo diario que sus hijos pasaban frente a diversas pantallas, incluyendo televisión, videojuegos, dispositivos móviles y tabletas, así como la duración total del sueño, que abarcaba siestas y horas de descanso nocturno.
Impacto en la salud emocional y conductual
Los resultados del estudio indican que aquellos menores que pasan más tiempo frente a las pantallas tienden a presentar más síntomas emocionales y problemas de conducta. Sin embargo, esta relación se ve atenuada si los niños cumplen con las horas recomendadas de sueño para su edad. En este sentido, se ha observado que reemplazar 30 minutos de tiempo frente a la pantalla por 30 minutos de sueño se asocia con una mejora en el bienestar psicosocial de los menores.
Las co-primeras autoras del estudio, Lucía Iglesias-Vázquez y Tany E. Garcidueñas Fimbres, subrayan que «nuestros hallazgos destacan la importancia de limitar el tiempo de exposición a pantallas en la infancia temprana. Cumplir las recomendaciones de uso de pantallas, que son de un máximo de 2 horas al día en estas edades, y garantizar un buen descanso es clave para la salud mental en la infancia».
Recomendaciones para un desarrollo saludable
A pesar de que el estudio es transversal y no permite establecer relaciones de causa-efecto definitivas, los resultados refuerzan la necesidad de implementar estrategias preventivas desde edades tempranas. La investigadora principal, Nancy Babio, enfatiza que «fomentar rutinas saludables, limitar el tiempo frente a la pantalla y promover un buen descanso infantil son medidas esenciales para favorecer un desarrollo emocional y conductual óptimo».
En un contexto donde el uso de dispositivos electrónicos se ha incrementado significativamente, especialmente tras la pandemia, es esencial que padres y educadores tomen conciencia sobre los riesgos asociados al tiempo excesivo frente a las pantallas. La promoción de hábitos saludables desde la infancia puede contribuir a mejorar no solo la calidad del sueño de los menores, sino también su bienestar emocional y social en el futuro.