El cometa 3I/ATLAS, descubierto el 1 de julio de 2025 por la estación del Sistema ATLAS en Río Hurtado, Chile, ha captado la atención de astrónomos de todo el mundo debido a un fenómeno inusual. Este objeto cósmico, que se encuentra a unos 670 millones de km del Sol y viaja a una velocidad de 61 km/s, ha mostrado un chorro de gas y polvo que se extiende hacia el Sol, lo que ha dejado a los expertos desconcertados.
Un descubrimiento asombroso
En agosto, el Telescopio Gemelo de Dos Metros en las Islas Canarias capturó una imagen del cometa que revelaba un débil chorro de aproximadamente 6 kilómetros emanando de su núcleo. Este fenómeno es sorprendente, ya que las colas de los cometas suelen dirigirse en sentido opuesto al Sol debido a la radiación solar y al viento solar. El profesor de Harvard, Avi Loeb, se ha mostrado intrigado por esta anomalía, planteando preguntas sobre su naturaleza y por qué los expertos en cometas no han prestado atención a este aspecto.
Loeb ha expresado su asombro en declaraciones al Daily Mail, diciendo que «darse cuenta de esto es tan impactante como fotografiar a un animal que tu familia piensa que es un gato callejero y luego ver que tiene una cola saliendo de su frente». Esta comparación resalta la singularidad del fenómeno observado en 3I/ATLAS.
Observaciones contradictorias
El telescopio espacial Hubble también realizó observaciones similares a finales de julio, capturando un resplandor extendido que se dirigía hacia el Sol. Loeb describió este resplandor como un chorro que se extendía diez veces más que su ancho, lo que contradice las características típicas de los cometas conocidos. Tanto las imágenes del Hubble como las observaciones desde la Tierra muestran un material que se mueve hacia el Sol, lo que desafía la física que normalmente rige la formación de estas colas.
El profesor Loeb sugiere que esta orientación inusual podría indicar que 3I/ATLAS está expulsando partículas grandes y pesadas, menos afectadas por la luz solar, o que podría estar funcionando un mecanismo de desgasificación completamente nuevo. Desde su descubrimiento, Loeb ha especulado sobre la posibilidad de que el cometa no sea de origen completamente natural, sugiriendo que podría tratarse de un «caballo de Troya», un objeto tecnológico que se hace pasar por un cometa.
La aproximación al Sol y su desenlace
El misterio que rodea a 3I/ATLAS podría resolverse pronto, ya que el cometa realizará su aproximación más cercana al Sol el 29 de octubre. Según Loeb, si 3I/ATLAS es un cometa, debería «desintegrarse en fragmentos» durante este proceso. «Cuando un cometa se acerca al Sol, la radiación solar calienta su núcleo helado», explica. «Los hielos volátiles como el dióxido de carbono, el monóxido de carbono o el agua se subliman directamente en gas, arrastrando polvo y pequeñas rocas», añade el profesor.
Este fenómeno puede provocar la ruptura del cometa si la mezcla de hielo y polvo no puede soportar el estrés térmico. La comunidad científica está expectante ante el desenlace que 3I/ATLAS pueda ofrecer en su próximo encuentro con el Sol, un evento que podría cambiar nuestra comprensión de los cometas y los objetos que orbitan en nuestro sistema solar.