jueves, octubre 23, 2025

El clima y el polvo sahariano, aliados de los incendios en Canarias

Investigadores advierten sobre el riesgo de incendios en Canarias por la calima y la inversión térmica.
por 31 agosto, 2025
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SANTA ÚRSULA (TENERIFE), 19/08/2023.- Efectivos de la UME en labores de extinción del incendio forestal que afecta a la isla de Tenerife, este sábado en las inmediaciones del municipio de Santa Úrsula. EFE/UME SOLO USO EDITORIAL/SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO)

Los incendios forestales en Canarias han alcanzado niveles alarmantes, con un total de 28 grandes incendios registrados en los últimos cuarenta años, cada uno de ellos afectando a superficies que superan las 500 hectáreas. Un estudio reciente de investigadores de la Universidad de La Laguna ha identificado un patrón atmosférico claro que precede a estos eventos devastadores: las intrusiones de polvo sahariano y la inversión térmica de baja altitud. Según la investigación, publicada en una revista académica, estas condiciones ambientales no solo son responsables del riesgo creciente de incendios, sino que también han contribuido a la quema de más de 132 000 hectáreas de terreno en el archipiélago, lo que equivale a casi el 18% de su territorio.

Los autores del estudio, Jordan Correa y Pedro Dorta, explican que existe una relación “estrechísima” entre los incendios y la inversión térmica, un fenómeno que provoca que la temperatura aumente a medida que se gana altitud. Este ‘techo invisible’ que caracteriza a las islas canarias genera un ambiente propicio para que los incendios se propaguen. La base de esta inversión térmica se sitúa, de media, a 369 metros sobre el nivel del mar, una cifra alarmantemente baja en comparación con la media general de 1 010 metros registrada entre 1983 y 2023 y aún más baja que el promedio de verano de 792 metros.

Condiciones climáticas y su impacto en los incendios

Cuando la base de la inversión térmica se sitúa por debajo de los 400 metros, el 96,7% de la masa forestal del archipiélago se encuentra expuesta a una capa de aire cálido y seco. Este fenómeno reduce la frescura y humedad de los vientos alisios, incrementando considerablemente las probabilidades de que se inicie un incendio. Por ejemplo, en el incendio de La Palma, la inversión térmica se registró a tan solo 205 metros de altitud, mientras que en el de Tenerife en 2023, fue de 287 metros.

Las condiciones se agravan con la llegada de la calima, que intensifica la aridez del terreno y provoca un aumento de las temperaturas, a menudo superando los 35 grados. La humedad relativa tiende a ser «extremadamente baja», lo que, combinado con vientos de hasta 60-70 kilómetros por hora, crea un contexto explosivo para el inicio de grandes incendios. Este fenómeno ocurre cuando la advección de aires saharianos modifica radicalmente las condiciones ambientales, haciendo que las islas pasen de tener un clima suave y húmedo a temperaturas hasta 20 grados más altas y una humedad que puede caer hasta 10%.

La investigación también revela que el 95% de la superficie quemada en las islas corresponde a grandes incendios forestales, lo que convierte a Canarias en la región española con mayor riesgo de que llamas pequeñas se conviertan en incendios de grandes dimensiones. A pesar de tener un menor porcentaje de área forestal (apenas 18%), el impacto de los incendios en el archipiélago es considerablemente mayor en términos de superficie afectada.

Recomendaciones para la gestión del riesgo de incendios

Los autores del estudio subrayan la necesidad de un monitoreo en tiempo real de la altitud de la inversión térmica como una estrategia crucial para prevenir incendios. Propugnan un análisis detallado de la meteorología, considerando los microclimas de las islas, así como el fortalecimiento de sistemas de detección temprana y programas de concienciación pública. Además, sugieren una planificación del suelo que evite la construcción en zonas de alto riesgo.

Correa y Dorta concluyen que las futuras estrategias de gestión de incendios deben ser adaptativas al clima, anticipando temporadas de incendios más largas y un aumento en la frecuencia de olas de calor. La investigación establece que solo a través de un enfoque integral y prospectivo se podrán mitigar los impactos de los incendios forestales en Canarias, un desafío que requiere atención urgente dada la creciente frecuencia y gravedad de estos eventos en el archipiélago.

Redacción

Equipo editorial especializado en actualidad ibérica, economía y política. Información rigurosa y análisis profundo de España y Portugal las 24 horas del día.

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