El cambio horario de invierno se llevará a cabo en la madrugada del 25 al 26 de octubre de 2025, momento en el que los relojes se retrasarán una hora. A las tres de la mañana, volverán a marcar las dos, lo que se traduce en más horas de sueño durante la noche, aunque con menos luz solar durante el día.
Esta modificación horaria, que se repite anualmente, marca el inicio de una serie de ajustes en nuestras rutinas diarias. Con la llegada del otoño, los días se acortan y la exposición a la luz natural disminuye, lo que puede afectar tanto el estado de ánimo como la salud de las personas.
Afectaciones en la salud y rutinas diarias
El cambio horario no solo altera la hora en que nos levantamos o nos acostamos, sino que también puede tener efectos negativos en nuestra salud. Este fenómeno provoca síntomas similares al “jet lag”, que incluyen cansancio, somnolencia, problemas de concentración y una disminución en el rendimiento laboral y académico. Además, las mascotas también se ven afectadas por la modificación de los horarios de paseo y alimentación, lo que puede generar estrés tanto en los animales como en sus dueños.
Es importante adaptar nuestras costumbres para mitigar los efectos del cambio horario. Por ejemplo, es recomendable comenzar a ajustar los horarios de sueño unos días antes del cambio, así como mantener una buena higiene del sueño para facilitar la adaptación a la nueva rutina.
Debate sobre la continuidad del cambio de hora
A pesar de que el cambio horario de invierno es una práctica habitual, sigue generando controversia. En años anteriores, el Gobierno español consideró la opción de eliminarlo, pero no se llegó a un consenso definitivo. Actualmente, la decisión final dependerá de lo que determine la Unión Europea al respecto, aunque por el momento, parece que este hábito se mantendrá vigente.
Además del cambio de octubre, hay otras fechas a tener en cuenta a lo largo del año. El próximo cambio de hora se producirá el 29 de marzo de 2026, seguido por otro el 25 de octubre de 2026. Estos cambios son parte de un ciclo que afecta a la rutina calendario en función de las estaciones del año.
En resumen, el cambio horario de invierno no solo es un ajuste en los relojes, sino que implica una serie de adaptaciones que afectan nuestros hábitos y bienestar general. Con la llegada de los días más cortos, es fundamental prepararse para afrontar este cambio de la mejor manera posible.
