Con la llegada de una nueva ola de calor que se prevé para los próximos días, los expertos advierten sobre los peligros de ducharse con agua fría. Esta recomendación surge en un verano donde las altas temperaturas han marcado un récord en diversas regiones de España, convirtiéndose en un problema significativo para la población. La experta consultada señala que, lejos de refrescarnos, una ducha fría puede resultar contraproducente.
El impacto del agua fría en el cuerpo
Según los especialistas, el contraste entre la temperatura del agua fría y el calor exterior puede generar una sensación de mayor calor interno. En lugar de aliviar el malestar, esta práctica podría intensificar la sensación de calor, haciendo que el cuerpo se esfuerce más para mantener su temperatura.
La RACC ha emitido una serie de recomendaciones para afrontar esta ola de calor. Una de las principales es evitar salir a la calle durante las horas más calurosas, entre las 12 h y las 18 h, especialmente para las personas más vulnerables.
Consejos prácticos para soportar el calor
Además de evitar ducharse con agua fría, los expertos sugieren aumentar la ingesta de líquidos, priorizando el agua y los zumos naturales, y evitando bebidas azucaradas o con cafeína. También es recomendable modificar la dieta, optando por comidas ligeras y frescas que incluyan frutas y verduras para reponer los electrolitos perdidos a través del sudor.
Otro consejo es vestir ropa ligera y holgada, así como utilizar sombreros y gafas de sol para protegerse del calor. Durante el día, se aconseja mantener las persianas bajadas y las ventanas cerradas para evitar que entre el calor, abriendo las ventanas solo por la noche para ventilar el hogar.
La reducción de la actividad física y favorecer los descansos en lugares frescos son también medidas clave para sobrevivir a las altas temperaturas. Es fundamental no dejar a niños, ancianos o mascotas dentro del coche, ya que la temperatura en el interior puede ser significativamente más alta que en el exterior, poniendo en riesgo su salud.
Con la expectativa de que las olas de calor se vuelvan más frecuentes, es esencial que la población se prepare adecuadamente y adopte medidas efectivas para mitigar sus efectos. La concienciación y la prevención son vitales en un contexto donde el cambio climático está alterando los patrones climáticos tradicionales.