La Guardia Civil detuvo el pasado 15 de octubre de 2025 a dos hombres en la entrada de Salamanca tras una intensa persecución que comenzó en Guijuelo. Los detenidos, que conducían un coche robado, estaban huyendo desde Plasencia y mostraron una conducción temeraria durante su trayecto.
Informes del Instituto Armado indican que los agentes del Subsector de Tráfico de Salamanca identificaron un vehículo sospechoso en el Centro de Transportes de Guijuelo. Al percatarse de la vigilancia, los ocupantes del automóvil, que llevaban consigo un arma larga también robada, emprendieron la huida por la autovía A-66 en dirección a Salamanca.
Los guardias civiles, tras comprobar que el vehículo había sido sustraído el día anterior en el casco urbano de Plasencia, activaron un operativo de seguimiento. Este operativo fue coordinado desde el Centro Operativo Complejo (COC) de la Comandancia de Salamanca y movilizó patrullas de Tráfico y Seguridad Ciudadana, así como la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic).
Desarrollo de la persecución
Ante el riesgo que suponía la situación, el COC decidió implementar un dispositivo urgente en la autovía. Las patrullas intentaron interceptar el vehículo en varios puntos, pero los fugitivos respondieron con una conducción peligrosa que ponía en peligro tanto a los agentes como a otros usuarios de la vía. Esto llevó a la Usecic a establecer un cierre de la A-62 en su acceso a Salamanca.
La rápida movilización de los agentes permitió que, a pesar de los intentos de los detenidos por eludir el cierre, se lograra interceptar el vehículo y a sus ocupantes. Los dos hombres, residentes en Plasencia y con numerosos antecedentes penales, fueron arrestados como supuestos autores de delitos de hurto de vehículo, conducción temeraria y tenencia ilícita de armas.
Consecuencias legales
Tras su detención, ambos hombres fueron puestos a disposición judicial. En un giro sorprendente, fueron liberados a la espera de juicio, lo que ha suscitado un debate sobre la eficacia de las medidas judiciales en casos de delitos graves.
Este incidente resalta no solo la valentía y la rapidez de la Guardia Civil en situaciones de riesgo, sino también la preocupación creciente por la seguridad en las carreteras y la criminalidad relacionada con el robo de vehículos en la región.