Un equipo de investigadores de China y Estados Unidos ha descubierto la existencia de un núcleo sólido en Marte, con un diámetro aproximado de 1.200 kilómetros. Este hallazgo, fruto de los datos recopilados por la sonda Insight de la NASA, que dejó de funcionar en 2020, desafía las teorías previas sobre la estructura interna del planeta rojo.
La misión Insight, lanzada en 2018, fue pionera en llevar un sismógrafo a otro planeta, permitiendo la detección de más de 1.000 terremotos o «maremotos». Los datos de esta sonda revelaron que, hasta ahora, se creía que Marte poseía un núcleo líquido, compuesto mayormente de hierro fundido. Sin embargo, el análisis reciente de 23 temblores registrados ha llevado a la conclusión de que el núcleo interno es sólido.
Un descubrimiento que altera el entendimiento de Marte
Los investigadores han utilizado un método similar al que en 1936 empleó la matemática danesa Inge Lehmann para probar la existencia de un núcleo sólido en la Tierra. Al analizar cómo las ondas sísmicas atravesaron Marte, los científicos concluyeron que el núcleo interno está compuesto por material sólido. Este estudio ha sido publicado en la prestigiosa revista Nature, donde cinco de los seis autores pertenecen a instituciones chinas.
El nuevo modelo de la estructura interna de Marte muestra una corteza externa, un manto, un núcleo líquido y uno sólido, similar al de la Tierra. Sin embargo, la similitud en grosor de estas capas plantea un enigma sobre la razón por la que Marte, a pesar de tener una estructura interna comparable, es tan diferente en su superficie.
Implicaciones para la historia del planeta rojo
Históricamente, se pensaba que Marte dejó de ser habitable debido a su núcleo. Se creía que, al igual que en la Tierra, este núcleo generaba un campo magnético que protegía la superficie de la radiación solar. Sin embargo, hace aproximadamente 5.000 millones de años, este mecanismo se detuvo, lo que llevó a la pérdida de su atmósfera y de sus aguas, convirtiéndolo en el desierto helado que conocemos hoy.
El nuevo hallazgo sugiere que el núcleo sólido podría estar compuesto no solo de hierro, sino también de elementos más ligeros como el oxígeno. Los investigadores estiman que la temperatura en el núcleo interno ronda los 1.700 grados Celsius, lo que, junto con la composición química, hace plausible la existencia de un núcleo sólido.
A pesar de estas conclusiones, el estudio ha generado escepticismo entre algunos expertos. Simon Stähler, geofísico de la Escuela Politécnica Federal de Suiza, ha expresado que, aunque los resultados son interesantes, no están del todo convencidos de la veracidad de los datos. Según él, la probabilidad de que el núcleo sea sólido se sitúa en un 30%, similar a las dudas que persisten sobre la existencia de un núcleo sólido en la Luna.
Por otro lado, Antonio Molina, geólogo planetario del Centro de Astrobiología en Madrid, apoya los nuevos resultados, considerándolos “muy interesantes”. Sugiere que Marte podría estar más envejecido de lo que se pensaba, lo que podría implicar que el planeta aún conserva actividad interna.
La pregunta que queda por resolver es por qué, a pesar de la similitud estructural con la Tierra, Marte es tan distinto. Nicholas Schmerr, también científico de la misión Insight, sugiere que la falta de un campo magnético en Marte podría ser indicativa de un lento proceso de cristalización en su núcleo, lo que impide el desarrollo de dicho campo.
El descubrimiento del núcleo sólido en Marte abre nuevas vías de investigación sobre la evolución y estructura de los planetas rocosos. A medida que los científicos continúan analizando estos datos, se espera que surjan más respuestas sobre la historia del planeta rojo y su capacidad para albergar vida.
