lunes, diciembre 08, 2025

Descubren cachorros de la Edad del Hielo: ¿perros o lobos?

Hallazgos de cachorros de la Edad del Hielo cuestionan el origen de los perros domesticados.
por 21 julio, 2025
Lectura de 2 min

La reciente recuperación de cachorros de la Edad del Hielo en Siberia ha generado un renovado interés en la relación entre humanos y perros. Estos hallazgos, que incluyen restos excepcionalmente conservados, plantean interrogantes sobre si estos animales eran lobos salvajes o los primeros perros domesticados.

En 2018, un equipo de científicos rusos encontró el cuerpo de un cachorro en un estado de conservación casi perfecto, gracias al permafrost siberiano. Este cachorro, conocido como «Dogor», que significa «amigo» en lengua yakuta, vivió hace aproximadamente 18 000 años y su descubrimiento ha abierto nuevas líneas de investigación sobre la domesticación de los perros.

Un descubrimiento que cambia el paradigma

El hallazgo de Dogor no es un caso aislado; el deshielo del permafrost ha permitido la aparición de múltiples restos de animales prehistóricos, como mamuts y rinocerontes lanudos. Estos descubrimientos ofrecen una oportunidad sin precedentes para estudiar no solo la evolución de los canidos, sino también las primeras etapas de la domesticación.

La pregunta central que rodea a estos cachorros es si pertenecen a lobos salvajes o a los primeros perros domesticados. Las diferencias morfológicas entre estas especies eran sutiles en las primeras fases de la domesticación, lo que dificulta su clasificación. Sin embargo, estudios genéticos recientes sobre Dogor han revelado que su ADN mitocondrial no se alinea completamente con los lobos actuales ni con los perros conocidos, sugiriendo que podrían representar una población de transición.

La domesticación: un proceso complejo

La domesticación del perro es una de las relaciones más antiguas y significativas entre humanos y animales. A diferencia de otros animales domesticados por su carne o leche, los perros pudieron haber sido valorados por su comportamiento y su capacidad para alertar sobre peligros. Se postula que los lobos menos agresivos comenzaron a acercarse a los asentamientos humanos en busca de alimento, lo que condujo a una relación simbiótica que benefició a ambas partes.

Con el tiempo, estos lobos se volvieron más dependientes de los humanos y comenzaron a desarrollar características que hoy asociamos con los perros, como orejas caídas y un mayor nivel de sociabilidad. Los restos de Dogor podrían representar una fase intermedia en este proceso de domesticación, indicando que estos animales ya coexistían con humanos, aunque no eran perros en el sentido moderno.

Los avances en análisis genético y técnicas como la tomografía computarizada han sido esenciales para desentrañar la historia de estos cachorros. La extracción y secuenciación de ADN de especímenes congelados ha permitido comparar sus genomas con los de lobos y perros modernos, aportando información valiosa sobre su parentesco.

Además, se han realizado estudios isotópicos del colágeno óseo que sugieren que algunos de estos cachorros fueron alimentados por humanos, reforzando la teoría de una relación temprana de dependencia y convivencia.

Comprender cómo y cuándo se domesticaron los perros tiene implicaciones más allá de la mera curiosidad histórica. Este conocimiento puede arrojar luz sobre cómo los humanos comenzaron a transformar su entorno y a seleccionar características en otras especies. El perro podría ser el primer ser vivo que el ser humano modificó intencionalmente a través de la crianza selectiva, mucho antes del desarrollo de la agricultura o la ganadería.

Los hallazgos de estos cachorros de la Edad del Hielo no solo son relevantes por su estado de conservación, sino que también ofrecen una ventana única al origen del vínculo entre humanos y perros. Aunque aún no se ha podido determinar con certeza si eran lobos, perros o una mezcla de ambos, su estudio desafía las ideas tradicionales sobre la domesticación canina y abre nuevas rutas de investigación en el campo de la genética, la arqueología y la paleontología.

Los descubrimientos recientes nos recuerdan que la historia de la domesticación es un relato en constante evolución, y que aún queda mucho por aprender sobre nuestras primeras interacciones con estos animales que han sido compañeros del ser humano a lo largo de los milenios.

Redacción

Equipo editorial especializado en actualidad ibérica, economía y política. Información rigurosa y análisis profundo de España y Portugal las 24 horas del día.

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