El sindicato CSIF Educación ha realizado una contundente valoración sobre el inicio del curso escolar 2025-2026 en Melilla, que comenzó el pasado martes con la incorporación de más de 23.000 alumnos y aproximadamente 1.800 docentes. A pesar de reconocer algunas medidas implementadas, CSIF denuncia que la ciudad sigue enfrentando graves deficiencias estructurales que impactan negativamente en la calidad del sistema educativo y, en consecuencia, en las oportunidades del alumnado.
La crítica del sindicato se centra en la aplicación de dos medidas anunciadas por el Ministerio de Educación: la codocencia y el Plan de Cooperación Territorial, diseñado para mejorar las competencias en lengua y matemáticas. En lugar de considerar estas iniciativas como avances, CSIF las califica de “parches” que atienden a una situación de emergencia y no a una estrategia seria de mejora educativa.
Deficiencias en el sistema educativo
Según el comunicado de CSIF, Melilla presenta la tasa de graduación en ESO más baja de España, junto a una de las tasas más elevadas de abandono educativo temprano. “La situación es tan grave que se han tenido que implantar medidas a la desesperada. No podemos hablar de innovación cuando ni siquiera se cumplen las condiciones básicas”, subraya el sindicato.
El modelo de codocencia, que teóricamente permite a dos docentes impartir clase juntos para ofrecer una atención más personalizada, no se ha implementado como una mejora pedagógica planificada. CSIF critica que en Melilla esta medida ha surgido como la única alternativa ante la escasez de espacios y la imposibilidad de desdoblar grupos, haciendo que “la codocencia se convierta en una medida obligada, no elegida”.
Desde hace años, el sindicato ha advertido sobre la saturación progresiva de los centros educativos en Melilla sin que se haya producido una inversión real en nuevas infraestructuras. “Esperar a que baje la natalidad para aliviar la presión sobre las aulas no es hacer política educativa con visión de futuro. Es dejar que el tiempo solucione lo que el Ministerio no quiere afrontar”, recalcan.
La crítica situación en Secundaria
Aunque se ha observado una mejoría en las ratios de Infantil y Primaria gracias al descenso de la natalidad y el cierre de la frontera, la situación en Secundaria y Bachillerato continúa siendo crítica. CSIF denuncia que en estas etapas educativas las aulas están masificadas, los recursos son insuficientes y las condiciones laborales del profesorado son indignas, lo que repercute directamente en el rendimiento de los alumnos.
El sindicato también cuestiona la efectividad del Plan de Cooperación Territorial, que busca reforzar el nivel del alumnado en lengua y matemáticas. Aunque no rechazan su utilidad, advierten que el problema de fondo no se soluciona con programas temporales o planes aislados de refuerzo. “Necesitamos más docentes, más centros, ratios más bajas y una inversión continuada, no campañas puntuales para maquillar estadísticas”, enfatizan.
CSIF exige al Ministerio de Educación una inversión real que eleve el gasto educativo hasta el 7% del PIB, siguiendo el ejemplo de los países europeos más avanzados. Consideran que Melilla ha sido históricamente relegada en materia educativa y que la situación actual es resultado del abandono institucional.
Además, el sindicato advierte que los problemas del sistema educativo en Melilla están estrechamente ligados al contexto social. La ciudad presenta el mayor porcentaje de personas que perciben el Ingreso Mínimo Vital de toda España, lo que, según CSIF, refleja la profundidad de las desigualdades y la urgente necesidad de una educación pública fuerte y estructurada.
“El Ministerio no puede seguir tratando a Melilla como una excepción permanente. Lo que ocurre aquí no se permitiría en ninguna comunidad autónoma del resto del país. Ya no basta con poner tiritas: hace falta una transformación real del modelo educativo en la ciudad”, concluye el sindicato.
